Hugh Jackman

Australiano, 40 años y de profesión actor –a pesar de que iba para periodista–. Acaba de triunfar como presentador de los Oscars con una sorprendente e inesperada versión showman y este mes estrena dos filmes: “X -Men Orígenes: Lobezno” y “La lista”. Es el año Jackman. Tiene el esqueleto de metal, cierto parecido a un joven Clint Eastwood y la curiosa capacidad de parecer cómodo en cualquier contexto: cantando, bailando, aniquilando vampiros o sufriendo mutaciones genéticas. Hugh Jackman es la estrella australiana que consiguió acabar con las raquíticas audiencias en la pasada edición de los Oscars y será el icono fílmico de 2009. El 30 de abril se estrena “X-Men Orígenes: Lobezno”, el spin-off de la saga de los mutantes que ahondará en cómo James Howlett se convierte en Logan y éste en Lobezno, el mutante de largas garras de adamiantum, milagrosa capacidad regenerativa y personalidad irascible. “Hay algo inherente a este personaje que lo convierte en el perfecto antihéroe para una película, el héroe reacio a serlo. Es en cierto modo como Harry el Sucio, Mad Max o Indiana Jones. Es uno de esos arquetipos clásicos del cine”, asegura.



Antes, este 3 de abril, estrena “La lista”, un thriller psicológico coprotagonizado por la ex del desaparecido Heath Ledger, Michelle Williams, e Ewan McGregor. Es el primer largometraje producido por Seed Productions, la productora de Jackman, su mujer, Deborra-Lee Furness, y su amigo John Palermo. “Seré honesto: la principal razón por la que la he montado es para controlar las cosas que realmente quiero hacer”. La compañía también ha participado en la producción de “X-Men Orígenes: Lobezno” y aún tienen un proyecto producido y protagonizado por el propio Jackman: “Drive”, de Neil Marshall.



Ésta será la cuarta vez que Jackman se convierta en Lobezno, aunque el actor ha declarado que no había leído ni un cómic de La Patrulla X hasta que el director Bryan Singer le llamó para formar parte de su adaptación del clásico de Marvel en 2000. La cinta supuso para Jackman decir adiós al regional show business australiano y el desembarco en Hollywood, aunque él no fue la primera opción del director: las negativas de Aaron Eckhart, Viggo Mortensen y Dougray Scott (que tuvo que descolgarse en el último momento porque se prolongó el rodaje de “Misión: Imposible II”) permitieron a Hugh entrar en el elenco con las espectaculares Rebecca Romijn, Famke Janssen y Halle Berry. Con ésta repitió en su siguiente trabajo, “Operación Swordfish”, memorable por el desnudo de Berry y la confesión de Jackman a Olivia Newton-John cuando John Travolta (amigo de la actriz y compañero de reparto del australiano) les presentó: Hugh Jackman le contó a la actriz de “Grease” que, en el colegio, llevaba siempre una foto suya y la besaba cada día.