El mejor consejo para vivir una primera cita con tranquilidad es que nos comportemos esponténeamente y nos mostremos tal como somos. De nada sirve crearnos un personaje o aparentar ser personas que no somos porque, tarde o temprano, se descubre la verdad. Además, si el objetivo es encontrar una pareja… ¿ya vamos a comenzar con una mentira?
Pero una cosa es compartarse de manera natural y otra es permitir que ciertos aspectos de nuestra personalidad o estilo de vida arruinen por completo la primera cita. Es necesario cuidar algunos detalles para que todo comience con el pie derecho, por eso no te pierdas esta lista de los errores que debes evitar en una primera cita: apunta todo lo que NO puedes hacer para que el encuentro sea un éxito.
Llegar tarde… o no llegar. ¡Ni se te ocurra dejarlo esperando 3 horas al pobre hombre! Además de ser una falta de respeto, es una actitud inmadura e irresponsable y obviamente, el candidato no te querrá ver nunca más. Si eres impuntual por naturaleza, planifica todo con tiempo para llegar en hora a la cita. Si crees que se te hará demasiado tarde, avísale.
Elige la vestimenta adecuada. La regla principal es estar cómodas y usar aquellas prendas que nos hacen sentir bonitas. Nunca muestres demasiado: ya te hemos dicho que se acepta que sólamente muestres un 40% de piel. Y ten en cuenta dónde se encontrarán: si la cita es en un campo deportivo, no es una buena idea que vayas de tacones…
Hablar de política y religión. ¿Para qué? Estos temas de conversación no quedan bien en una primera cita. Si bien es normal que cada uno pueda tener ideas opuestas, lo mejor es que al menos en la primera cita se mantengan al margen de estas cuestiones. Dedíquense a conocerse.
Embriagarse. Cuando nos excedemos bebiendo alcohol nos transformamos en otras personas: estamos más sueltos, desinhibidos y más “cariñosos” de lo usual. Si quieres evitar papelones o comentarios que puedan incomodar la situación, trata de no beber demasiado. Ten en cuenta que es su primera salida.
Hablar todo el tiempo. Está bien que estés muy interesada y quieras comunicarte todo el tiempo, pero esto no es un monólogo sino una primera cita. Si eres sólo tú quien habla todo el tiempo, la cita acabará y no sabrás nada de él. Tienen que hablar ambos, así se conocen. ¡Respira entre cada frase!
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